Queridísimo lector, culto y letrado, le agradecemos enormemente que pierda el tiempo leyendo las peripecias que hay en
este blog, pues el leer es probablemente la mejor y más ilustrativa manera de
hacerlo.


lunes, 28 de noviembre de 2011

Hora diez.

Tomada del grupo de Fb "Salvemos Wirikuta!!!"
A mi querido pero no ilustre Abraham Hernández. Amigo, tus últimos comentarios hacía el pueblo Huichol me han impulsado a escribirte estas líneas. Tengo entendido que tu interés por dicho pueblo es grande, yo no lo conozco de primera instancia pero más o menos sé de él a través de libros y documentales. En esta hora te contaré de su lugar sagrado: Wirikuta, mejor conocido como Real de Catorce. Los Huicholes viajan cada año desde su lugar de origen hasta Wirikuta para llevar a cabo el mayor de sus rituales sagrados. Sus ancestros antes llegaban caminando, ahora pueden transportarse en carro. En esa zona nació el Sol, una de las máximas figuras de su cosmovisión. Entran en trance por medio del peyote, desde los niños hasta los ancianos comen de él. La droga los envuelve por horas y durante la noche el Chaman dirige su viaje contándoles sus mitos sagrados. Ahora este lugar se ve gravemente amenazado; unos años atrás por la inconsciencia de los ‘buscadores de nuevas experiencias’ que consumían el peyote sin respeto y al llegar el pueblo había un mínimo de plantas. Ahora la amenaza es mayor, el capitalismo ha concesionado a una empresa extranjera la explotación de la mina de Wirikuta y el lugar sagrado dejaría de existir. El pueblo ha sido atropellado y exigen respeto, lo equiparan a destruir la Catedral Metropolitana, pero quizá sería como si despojaran la Basílica de Guadalupe. Para el hombre de poder no existe el pueblo y mucho menos el pueblo indígena. 

Hora diez se realizó bajo la influencia de las primeras crónicas de las Indias realizadas por Pedro Mártir de Anglería y Fray Bartolomé de las Casas. 

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