EN QUE SE CUENTA LO SUCEDIDO AL EMPRESARIO VICENTE ZAMBADA DE ESTE REINO; SU MUERTE CON LO DEMÁS SUCEDIDO
Andrés Aguirre Romero era jugador y gastaba los días y las noches por las tablas de los juegos. Pues sucedió que estando jugando en una de ellas un día, entró el Margarito Flores y púsose junto al Aguirre a verle jugar, el cual perdió el dinero que tenía; y queriéndose levantar, le dijo Margarito Flores: "No se levante vuestra merced, juegue este pedazo de oro por ambos". Echóle en la mesa un pedazo de barra, de más de ochenta pesos, con el cual Aguirre volvió al juego, tuvo desquite de lo que había perdido, hizo buena ganancia que partieron entre los dos; y de aquí trabaron muy grande amistad, de tal manera que andaban juntos y muchas veces que comían juntos, y jugaba el uno por el otro. Duró esta amistad más de seis meses, y al cabo de ellos el empresario Zambada y el Flores trataron el cómo lo habían de matar y a dónde.
El concierto fue que el empresario Zambada aguardase a la vuelta de la cerca de la huerta del convento del Desierto de los Leones, donde había un pozo hondo en aquel tiempo, y que el Margarito Flores llevase al Andrés Aguirre, donde lo matarían. Asentando esto, una noche oscura el empresario Zambada tomó una aguja enastada y fuese al puesto y el Flores fue en busca del Andrés Aguirre.
Hallóle en su casa cenando, llamóle, díjole que entrase y cenarían. Respondióle que ya había cenado, y que lo había menester para un negocio. Salió el Aguirre y díjole:"¿ Qué habéis menester?", respondióle el Flores: "Unas mujeres me han convidado esta noche y no me atrevo a ir solo". Díjole el Aguirre: "Pues yo ire con vos". Entróse en su aposento, tomó su espada y capa, y fuéronse hacia el Desierto de los Leones. Llegando al puente comenzó el Flores a cojear de un pie. Díjole el Aguirre "¿ Qué tenéis que vais cojeando?", respondióle: "Llevo una piedrezuela metida en una bota y vame matando". "Pues descalzaos", dijo el Aguirre. "Ahí delante lo haré". Pasaron la puente y tomaron calle abajo hacia donde le esperaban. Llegando cerca de la esquina dijo: "Ya no puedo sufrir esta bota, quiérome descalzar".
Sentóse y comenzó a tirar de la bota. Díjole el Aguirre: "Dad acá que yo os descalzare". Puso la espada en el suelo y comenzó a tirar de la bota. El Flores sacó un pañuelo de la faltriquera y dijo:" Sudando vengo", en voz alta; limpióse el rostro y echóse el pañuelo sobre el sombrero, señal ya platicada. Salió el empresario Zambada y con la aguja que llevaba atravesó al Andrés Aguirre. Levantóse el Flores y dile otras tres o cuatro estocadas, con que le acabaron de matar, y antes que muriese, a un grito que dio el Aguirre a los primeros golpes, le acudió el empresario Zambada a la boca aquitarle la lengua.
Muerto, le sacaron el corazón, le cortaron las narices y orejas y los mienbros genitales, y todo esto lo echaron en un pañuelo; desviaron el cuerpo hacia la calle, metierónlo entre bolsas negras, y fuéronse a casa del empresario Zambada.
Al cabo de ocho días, andaba una india por esos lugares, topó con los pies del desdichad, salió huyendo, pasó delante, dio aviso ala justicia, llegó la voz a la Procuraduría, la cual cometió la diligencia al presidente Felipe Calderón. Salió a ella acompañado de jefes ordinarios, policías y mucha gente. Pasadas las investigaciones, el presidente, policías y nucha gente, fue a casa del emresario Zambada a prenderlo, y sacándolo de su aposento, llevarónlo a la cárcel de corte y aprisionáronlo. Luego la misma tarde el presidente bajó a la cárcel a tomar la confesion del empresario Zambada, el cual clara y abiertamente declaró y confesó el caso según y como había pasado, sin encubrir cosa alguna, culpando en su confesión al Margarito Flores. Llevóse la declaración a la Procuraduría, donde se mando aprender al Margarito Flores.
Llegó el secretario de Gobernación para que lo cumpliese, echóle mano y los policías que iban con él lo llevaron a la cárcel de corte a donde el día siguiente se le tomo la confesión, habiéndole leído primero la del empresario Zambada, a donde halló la verdad de su traición y maldad, con lo cual confesó el delito llanamente. Pronuncióse en él sentencia por la cual condenaron al empresario Vicente Zambada a que suese degollado en un cadalso y a Margarito Flores en que fuese asrrastrado y ahorcado en el lugar donde cometió la traición, y cortada la cabeza.
Llegó el día de la ejecución de la sentencia, sacaron al empresario Zambada por la puerta de las casa reales, a pie, con una argolla de fierro al pie y un eslabón de cadena por prisón. En esta puerta le dieron el primer pregón, que fue del tenor suiguiente: " esta es la justicia que manda hacer el rey, nuestro señor, su presidente y oidoires en su real nombre, a este caballero porque mató un hombre: que muera degollado".
Llegó al cadalso y fue degollado, con su ropa le metieron en el ataúd y lo llevaron, hasta enterrarlo en la catedral, en el Centro Histórico.
El Margarito Flores se ejecutó el tenor de la sentencia, arrastrarónlo y ahorcándolo en el puesto donde cometió la traición y alevosía. Pusieron su cabeza donde se mando y esta enterrado en el Desierto de los Leones.
El texto que se presentó es una copia del capitulo XII del Carnero de Juan Rodríguez Freyle; con unas pequeñas modificaciones de los personajes y los lugares señalados originalmente, con un toque de modernidad haciendo referencia a los problemas políticos que actualmente están sucediendo en México.
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