Sucede que a veces las cosas
no resultan como deseamos.
Sucede que estamos, nos vamos,
y, si tenemos suerte, regresamos siendo otros.
Sucede que el egoísmo nos besa
en la boca; la humildad nos besa
en la boca y la rebeldía nos agasaja el alma.
Sucede que lloramos. reímos,
amamos, morimos y entonces escribimos.
Sucede que llegamos a la cúspide
matando a nuestros amigos.
Sucede que nunca llegamos a tiempo
y aprendemos cuando no lo necesitamos.
Sucede que matan a nuestros padres,
a nuestras madres, a nuestras hermanas
y nuestros hermanos.
Sucede que entran a tu casa y mi casa
y tiran todo, y rompen todo y queman todo.
Sucede que olvidamos el pasado y por eso
no sabemos que se ha vuelto nuestro presente.
Sucede que nadie resucita, sólo mueren.
Sucede que escribimos puras mentiras,
que olvidamos nuestra misión.
Sucede que lo único que buscamos
es la publicación.
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